El 27 de julio The New York Times publicó la columna escrita por Alberto Vergara denominada “Pedro Pablo Kuczynski enfrenta la resaca peruana”, en ella se describe la situación actual del país tras el buen momento vivido por la venta de minerales, la irresponsabilidad política y el populismo, factores que en conjunto, en los últimos lustros, han logrado que el PBI crezca de manera interesante sin que los ciudadanos de a pie lo hayamos notado.
La columna se puede resumir en que el reto de PPK y su gobierno tiene como finalidad superar esa situación (la resaca), por su parte el presidente ha prometido una “revolución social” en materia de desarrollo, inclusión de minorías (por ejemplo la comunidad LGTB a la que ha negado el matrimonio), saneamiento básico, educación y salud.
No obstante la promesa citada, una de las incoherencias más significativas está vinculada a la elección de Cayetana Aljovín Gazzani en la cartera de desarrollo e inclusión social, sí, como diría mi profesor de Instituciones Políticas Comparadas: ¡lady corporation fue elegida! Aquella que personifica la gestión efectiva de intereses en los últimos años, la que ha aprovechado su poder para obtener beneficios –también- para intereses privados y no para el Estado ni para la gente.
Queda claro que el mensaje a la nación del 28 de julio no pasa de ser una carta de buenas intenciones a la que algunos le han llamado palabras de esperanza, ideas que no se ajustan al perfil de quien se encargará de generar y ejecutar políticas públicas en materia de desarrollo e inclusión social, o sea, de quien se hará cargo de la llamada “revolución social”.
Particularmente dudo que la ideología de quienes personificarán al presidente, cambie de la noche a la mañana o por decreto presidencial, claro es el mensaje en el argot popular que dice “gallina que come huevos, aunque le corten el pico”, a estas alturas todos deberíamos saber que una mentalidad mercantilista vinculada al favorecimiento de privados, a la gestión de intereses en perjuicio del Estado y demás, no cambia para generar desarrollo e inclusión social, a lo mejor este ministerio y otros se conviertan en una cartera de jugosas consultorías para enriquecer a quienes rodeen a la ministra y/o ministros, pero no creo que pase de más, tanto más si tenemos en consideración que las directivas técnicas sin filosofía política nunca buscan más que el beneficio de los pares.
Como idea que refuerza mi especulación agregaré el párrafo leído por el nobel presidente en su mensaje a la nación:
“El país no tiene tiempo para discusiones ideológicas porque cinco años es un plazo corto para una tarea titánica que debe comprometer a todo peruano de bien.”
Claro, PPK ni siquiera ha entendido que es presidente y que de él se espera una ardua labor política, sino que, sigue creyendo que gobernar se compara con la administración de un negocio, bajo la regla más básica del costo-beneficio; a este paso, lo más probable es que PPK pierda las riendas y algunos de sus ministros hagan del Estado un festín privado, nadie lo desea, pero es probable que así sea.
Otra cosa que he leído en el mensaje presidencial es la siguiente:
“… los proyectos, a veces están atascados en problemas burocráticos que debemos destrabar en los próximos seis meses, así como vamos a eliminar los múltiples obstáculos a la inversión privada, a la cual el Perú recibe y espera con brazos abiertos. Regulamos y exigimos el cumplimiento de toda norma ambiental y recogemos y respetamos la opinión de todos los ciudadanos respecto al impacto de un proyecto.
Sin embargo, buscaremos persuadir y explicar, incluso con mi propia presencia, comunidad por comunidad, los costos y beneficios que la inversión en industrias básicas y extractivas trae en el empleo y en los tributos para bien del país. Necesitamos entendernos como país, enfrentar los conflictos con diálogo, no con enfrentamiento.”
Queda claro, que en este enredo de palabras, porque así está redactado, PPK nos ha dicho una vez más que Conga y Tía María si van, aunque –el- tenga que persuadir (definir esto está pendiente) a comuneros y pobladores, porque todos los peruanos estamos esperando a los inversionistas con banderitas y pizarritas cual arribo de aeropuerto, nuestro presidente ni siquiera se atrevió a decir que la inversión será bien recibida siempre y cuando sea responsable, sea sostenible y sea negociadora, por ejemplo, cuando ceda acciones y lugares en el directorio a los representantes de los lugares que explotarán, porque las cuotas por servidumbres y apoyos sociales no bastan ¿Por qué no?
Tal parece que nuestro presidente tampoco ha cambiado de chip para el inicio de su gobierno, ya que entre los suyos no figura algún referente en materia de conflictos sociales y negociación en temas minero-ambientales, no sé ustedes, pero yo no conozco alguno, la mayoría de perfiles que he revisado y visto son de aquellos que creen que la resolución de problemas públicos pasa por la obtención de recursos para el Estado y que esto último pasa por la venta y explotación de recurso de modo indiscriminado, de verdad, yo no me creo el discurso de esperanza, y aunque deba repetir mil veces que el beneficio de la duda prevalece para el presidente ungido, este no ha demostrado interés alguno en demostrar que más allá de las palabras, logrará un verdadero cambio social y como tal superará nuestra resaca con un buen sorbo de buena política sin –puro- tecnicismo absurdo.
Patrick Pérez
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Source: Cusco Noticias
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