En el pasado mes de octubre del 2016, se desarrolló el primer Congreso Internacional contra la desinformación periodística en La Paz-Bolivia, bajo los auspicios de la Federación o Periodistas de aquel país hermano altiplánico que por su singularidad ha sorprendido a propios y extraños. En un cer­tamen que igualmente causó sor­presa participaron las delegaciones del Cusco, Puno y Arequipa.

Se hizo un análisis profundo sobre lo que significa el periodismo profesional y el periodismo como oficio o empleo llegando a la conclusión de que dentro del sistema capitalista neo liberal no puede existir una ver­dadera libertad de prensa ni de expresión sino simple­mente de información. Y aun así cae dentro de sus pro­pias bases el lema del periodismo profesional; libertad para la verdad y responsabilidad en la expresión o el otro principio la misión del periodista es : informar, orientar, educar y fiscalizar.

Es decir, los grandes medios de comunicación escrita, radial, televisiva y por internet, generalmente son de propiedad de los grupos de poder económico, y hasta monopólico, con personal especializado en la orientación ideológica desde luego en defensa de los intereses de clase, los que determinan el poder político.

LAS GRANDES AGENCIAS DE NOTICIAS

Las agencias internacionales AP, AEP, UPI, ANSA, REU­TER y otras de propiedad de poderosas empresas trans­nacionales representan sus intereses económicos, socia­les y políticos, y son las que nutren las noticias a los medios de comunicación nacionales. Es decir, publican y difunden informaciones generalmente inexactas; mejor dicho desinforman sobre la verdad de los hechos, ni siquiera en forma objetiva.

Lo propio sucede en el Perú, especialmente en la radio y la televisión, dominan el espectro electromagnético Ra­dio Programas del Perú de propiedad de los hermanos Delgado Parker, antes dueños de Panamericana TV que quebró por deuda a la SUNAT de más de 35 millones de dólares y que fue a dar a la familia Crousillat, la que a su vez incautada por el Estado por el conocido “affaire” con el Fujimorismo, ahora bajo la administra­ción judicial. RPP se jacta de tener 300 “ periodistas ” y que increíblemente subsidia el Estado con inversión de 5 millones de soles mensuales, aparte de la multimillo­naria publicidad de la CONFIEP. Además de desinformar a los millones de oyentes las 24 horas del día, propala espacios periodísticos alienantes como “Era Tabú”, char­latanería médica, Intimidades, etc.

Otros canales de TV basura de la farándula limeña los llamados enlatados tipo “Caso Cerrado” de Baruch Iv­cher ATV; y los canales América y “N” de la familia Miro­quesada, dominan la opinión pública nacional con sus 5 diarios : El Comercio”, “Perú 21”, El Trome, OJO, Gestión y “Correo” siguen la misma línea totalitaria.

LAS CONCLUSIONES DEL CERTAMEN

PRIMERO .- Dentro del sistema capitalista Neolibe­ral no existe una verdadera libertad de información, de opinión ni de prensa, porque se defiende de los Intere­ses del poder económico de la gran burguesía.

SEGUNDO .- El gran periodista independiente Cé­sar Hildebranbt no ha podido desarrollar su libre pensa­miento en ningún Canal de Televisión, sólo por decir la verdad pese a su posición Gonzales Pradista; Augusto Ródeich, otro periodista de vocación fue cancelado como director de “ Perú 21” por publicar la matanza de los Penales de Junio de 1986 y Mariela Balby cancelada de Radio-Programas” de las 7 pm. que dirige el apristoi­de Raúl Varas, por opinar de que los periodistas de ese poderoso medio de comunicación son simples emplea­dos dependientes.

TERCERO.- Los medios de comunicación de posición ideológica simplemente democrática y nacio­nalista como La República, cuyo fundador fue el Ing. Gustavo Mohme Llona y varios diarios de provincias, tienen una circulación limitada y poca publicidad de las empresas industriales y comerciales así como semana­rios y revistas con excepción de “Caretas” que a veces tiene posición ecláctritica, al igual que las radioemisoras y canales de TV con licencias otorgadas por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones.

Escribe: Armando R. Ochoa Luna


Source: Diario El Sol