Por: Lic. Enrique Aguirre Castro

Pese a que el Gobierno denominó finalmente al 2018 como el “Año del Diálogo y la Reconciliación Nacional”, nombre que aparecerá los documentos oficiales de las instituciones del Estado, lo sensato hubiera sido de­nominarlo como el “Año del Diálogo, Reconciliación y Lucha Contra la Corrupción”; dado que es por culpa del “Cáncer Social de la Corrupción” que hizo metástasis y se descubrió que estaba generalizada en las altas esferas del poder y nos reventó en la cara y, por ello ha surgido la grave crisis de gobernabilidad y enfrenta­miento entre peruanos.

La Presidencia del Consejo de Ministros, a través del Decreto Supremo 003-2018-PCM publicado el pasado sábado 6 de enero en Normas Legales, estableció el nombre del año 2018, y se entiende que en el presen­te año, se le dará gran impulso al cumplimiento del Dialogo y la Reconciliación, que se puede lograr si de verdad el presente régimen encabezado por, Pedro Pa­blo Kuczynski, impulsa la real y cabal transparencia y lucha contra la corrupción que ha quedado descubierta en todos los poderes del Estado y en casi todos los es­tratos social-económicos del país.

Recientemente el contralor general de la República, Nelson Shack, invocó a gobiernos regionales, a asumir serio compromiso en la lucha contra la corrupción. Es mi deseo trabajar juntos en luchar contra la corrup­ción, tratar de reducir la impunidad y avanzar seria­mente en la lucha contra esta lacra que le hace año a la sociedad”, apuntó.

El funcionario expuso la importancia de implementar mecanismos de prevención más efectivos para “pre­venir antes que curar”. El sistema de control (Control Interno-Institucional), debe detectar la inconducta fun­cional y sancionarla, porque es más eficiente, más ba­rato, prevenir que curar, por eso el primer escalón debe ser la prevención, luego viene la sanción”, argumentó.

Debemos saludar también que en recientemente visita al distrito judicial del Cusco, el Presidente del Poder Judicial del Perú, Duberlí Rodríguez Tineo, anuncio que el presente año, se creará juzgados anticorrupción en número de 32 a nivel nacional. Una de las regiones que contará por tanto, con un juzgado anticorrupción, será la Corte Superior de Justicia de Cusco donde hay más de 232 procesos de corrupción que involucran a 1,384 personas. Procesos en muchos casos emblemáticos y que avanzan a paso de tortuga; contraviniendo el prin­cipio jurídico de “Justicia que tarda, no es Justicia”.

En esa oportunidad y al hacer el anuncio sobre la crea­ción durante el presente 2018, de juzgados anticorrup­ción en todos los distritos judiciales del territorio patrio, el Presidente del Poder Judicial, Duberlí Rodríguez Ti­neo, mostro su preocupación por los niveles de corrup­ción en Cusco y, a decir del magistrado, es preocupan­te; pues a nivel nacional ocupa el cuarto lugar luego de las regiones Áncash, Lima, entre otros.

El 2017, se denominó “Año del buen servicio al ciuda­dano”, pero poco hemos avanzado al respecto y es­peramos que el presente 2018, si se impulse el Diá­logo, Reconciliación y sobre todo la Lucha Contra la Corrupción, en los tres niveles de gobierno (Nacional. Regional y Local) y, como Sociedad Civil estamos en la obligación y derecho de exigir se apliquen e impulsen políticas públicas, transparentes, con vigilancia ciuda­dana y promover el, “Open Governement” o Gobierno Abierto, en la lucha contra la corrupción. Es nuestra Opinión.


Source: El Sol