Por: Lic. Enrique Aguirre Castro

Recientemente (el 26-01-2018), con escasa partici­pación, por falta de convocatoria, se desarrolló en la Sala Ollantaytambo del Centro de Convenciones de la Municipalidad Provincial del Cusco, el Foro: pers­pectivas de gas, explotación de hidrocarburos, ex­portación, gasoducto sur peruano y masificación del gas, en el centro de convenciones del Cusco, que penosamente; no conto con asistencia de autorida­des regionales, alcaldes de gobiernos subnacionales provinciales ni distritales, representantes de gremios, la academia, colegios profesionales, agrupaciones políticas y sociedad civil.

Representantes de agrupaciones políticas, gremios, la academia y quienes se arrogan tener representación de sociedad civil, que no estuvieron en el Foro pers­pectivas del Gas, seguramente en cercanías de elec­ciones regionales y municipales del presente año; nos llenaran de propuestas y hablaran sobre el tema del gas, que desconocen, porque no les interesa conocer en qué situación se halla un tema de vital significado para la región Cusco, e importante para nuestro desa­rrollo económico-social-laboral.

En el foro organizado por el congresista Armando Vi­llanueva Mercado y Peru-petro, los temas abordados fueron; Potencial de hidrocarburos del Perú, Gasoduc­to del Sur Peruano, Masificación del Gas, Contratos del gas, Canon y regalías del gas; sin embargo nos informaron más de lo mismo que algunos pocos ya conocemos y ninguna verdadera novedad.

Por ejemplo, que el nuevo proyecto del Gaseoducto Sur Peruano (GSP), que tiene un nombre más largo, lejano y rimbombante una vez culminado su nuevo diseño estaría listo recién a finales del 2018. Un co­mité de Proinversión convocaría su licitación, el 2019, no sabemos si como inversión pública o Asociación- Público-Privada, APP; porque al parecer este gobierno no tiene intención de llevar adelante esta obra que ya estaba en ejecución.

En la oportunidad hicimos constar nuestra extrañe­za que la volvemos a mencionar en esta Columna de Opinión, respecto a que Proinversion, organismo que debiera ya ser reorganizado (que asesoro y participo en las demás concesiones y licitaciones sobre el Ga­soducto Sur Peruano y otros mega proyectos), no nos ofrece garantías, para estar nuevamente al frente de un proyecto, donde ha quedado comprobado no se trabajó en favor de los legítimos interésese del Esta­do, sino de privados.

La paralización de obras del GSP, ya genero suficientes impactos socio-económico-laborales y ambientales negativos en la región sur del país como: El desem­pleo de más de 4000 trabajadores, cierre de campa­mentos, proveedores, transportistas y otros servicios impagos, que venían dinamizando la economía regio­nal, y se alejan las posibilidades del gas barato y el desarrollo industrial.

Recordemos que el GSP, iba a costar US$ 1.320 mi­llones por los 1.300 kilómetros desde Camisea hasta Ilo, cuando lo tenía Kuntur Transportadora de Gas, pero el 2012, elevó escandalosamente el costo a US$ 5.616 millones. Ya con ODEBRECHT, (en el gobierno de Ollanta Humala) se valorizó hasta en US$ 7.328 millones, con un costo por kilómetro de US$ 3,5 mi­llones. El gasoducto Tarija de Bolivia a Sao Paulo, de las mismas dimensiones, costó US$ 600 mil por ki­lómetro. ¿Por qué debíamos pagar los peruanos tres millones y medio?

El nuevo comité de Pro inversión, del proyecto que ahora se denomina “Sistema Integrado de Transporte de Gas Zona Sur del Perú”, debiera darnos la cara a autoridades y sociedad civil y, hablar claro sobre el tema que al parecer no tiene perspectivas. Es nuestra Opinión.

 


Source: El Sol