Colombia intensificó el control y reforzó la seguridad con más de 3.000 efectivos de las Fuerzas Armadas. Pese a ello, hasta 30.000 venezolanos cruzan a diario la frontera
El viernes 9 de febrero, el gobierno de Colombia señaló que la llegada de venezolanos a su territorio pueda incrementarse en los próximos meses, por lo que se implementaron medidas de control para ordenar y regularizar el ingreso de cientos de miles de personas que huyen de la crisis económica y social en el país petrolero.
Las autoridades colombianas intensificaron los controles y reforzaron la seguridad en la frontera con más de 3.000 efectivos de las Fuerzas Armadas, provocando concentraciones y protestas de miles de venezolanos que intentan pasar sin pasaporte o sin una tarjeta especial que, aunque está vigente, no se volverá a expedir.
“Lo que se quiere como gobierno, como país, es lograr una migración ordenada, segura y legal. Lo que estamos haciendo es fortaleciendo las medidas de orden, de seguridad en beneficio de todos”, dijo en una conferencia de prensa el director de Migración Colombia, Christian Krüger.
“En la medida en que se agudice la situación del vecino país en materia alimentaria (…) esas cifras se van a incrementar este año. Hay una migración regular e irregular”, explicó Krüger al aclarar que el Gobierno no pretende prohibir el ingreso de venezolanos a Colombia.
Pese a estos controles, hasta 30.000 venezolanos cruzan a diario la frontera y llegan a ciudades como Cúcuta, buscando un alivio a la creciente violencia, la escasez de productos básicos y la hiperinflación que sufre la nación petrolera. La mayoría regresa a su país, de acuerdo con las autoridades locales.
En menos de un año, Colombia expidió 1,6 millones de tarjetas de movilidad fronteriza con las que los venezolanos podrán seguir entrando al país y desplazándose por la zona de frontera, antes de suspender la expedición de nuevos documentos.
El número de venezolanos que viven en Colombia aumentó un 62 por ciento en el segundo semestre del 2017 a más de 550.000, de acuerdo con la autoridad migratoria local. La mayoría carece de visa y cruza por la porosa frontera de 2.219 kilómetros aprovechando la falta de controles migratorios.
Los sistemas de educación y de salud comenzaron a verse desbordados en los últimos meses por la demanda de miles de venezolanos, provocando un deterioro en los servicios sociales destinados a los colombianos más pobres, de acuerdo con fuentes del Gobierno de Bogotá.
Source: El Sol
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