Por: Lic. Enrique Aguirre Castro

Hoy recordamos en el calendario político del Perú el nacimiento de, Víctor Raúl Haya de la Torre (Trujillo, 22 de febrero de 1895 – Lima, 2 de agosto de 1979), quien para (Tirios y Troyanos), para militantes y sim­patizantes, como contrarios a la Alianza Popular Revo­lucionaria Americana (APRA), agrupación política inter­continental, fue uno de los más importantes ideólogos políticos de Latinoamérica y figura clave para la política peruana y americana. Un pensador (filosofo), político y líder histórico del Partido Aprista Peruano (PAP), el más longevo y el de mayor consistencia orgánica de la política del Perú.

En 1917 estuvo en la región Cusco, donde estudió y trabajó como Secretario en la Prefectura del Cusco, desde donde tomo contacto con la dura realidad del problema campesino, (poblaciones en situación de po­breza y extrema pobreza), básicamente focalizadas en comunidades campesinas de valles interandinos y zo­nas alto-andinas. En enero de 1919 prestó su colabo­ración, al lado de una comisión estudiantil, a la lucha obrera por la jornada de ocho horas de trabajo, coad­yuvando poderosamente al logro de esta reivindicación social. El 6 de octubre de 1919 fue elegido presidente de la Federación de Estudiantes del Perú, cargo desde el cual dio continuidad a la reforma universitaria y a la solidaridad con la clase trabajadora.

En Cusco en 1920, organizó y presidió el primer Con­greso de Estudiantes Peruanos. Es de destacar y me­recer especial reflexión que en esta Tierra Inmortal de los Inkas, de la que algún poeta y escritor dijo, “En la ciudad del Cusco, todavía uno puede respirar el polvo cósmico del primer día de la creación; Víctor Raúl Haya de la Torre acuño su célebre frase “Del Cusco, nació el Verbo, del Cusco saldrá la nueva Acción”; que es un reto para nuestra generación y generaciones futuras

Una fecha como hoy, 22-02-1957, a propósito del nata­licio del líder continental y con motivo del III Congreso del PAP, se instauro el Día de la Fraternidad APRISTA, que los militantes y simpatizantes de la más antigua agrupación política del Perú, celebran hasta nuestros días.

En 1978 el gobierno militar, presionado por la opinión pública peruana e internacional, realizó elecciones para una Asamblea Constituyente. La Asamblea Constitu­yente, eligió a Víctor Raúl, como su presidente, cargo desde el cual demostró un espíritu tolerante y demo­crático que reconocieron todos los sectores políticos.

Cumpliendo esta alta misión sufrió repentino decai­miento de su salud en enero de 1979. En febrero se vio obligado a permanecer bajo cuidados médicos en su casa de Villa Mercedes. Allí firmó el original de la Carta Magna el 12 de julio (cuya vigencia incluso hoy recla­man, muchos sectores). Lo sorprendió la muerte el 2 de agosto a la edad de 84 años y hoy se recuerda su Centésimo Vigésimo Tercer, Aniversario Natalicio, como el “Día de la Fraternidad APRISTA”.

Muestra de la grandeza de espíritu de, Víctor Raúl Haya de la Torre, para demostrar su afán de servicio al pueblo y no servirse de cargos públicos y, sentar pre­cedente contra la corrupción, (cáncer social que está haciendo metástasis en nuestra sociedad), es que para ejercer la presidencia de la Asamblea Constituyente. En acto simbólico, su sueldo por el ejercicio del cargo fue de solo 1 sol de oro. Es nuestra Opinión.

Source: El Sol