Cada 31 de octubre a nivel nacional se celebra el Día de La Canción Criolla y la fiesta de Halloween. Ambas festividades son tomadas con bastante algarabía y contento, sobre todo por los más pequeños en casa, que preparan sus disfraces y atuendos con mucho tiempo de antelación.
Es así que en Cusco, decenas de niños pertenecientes al Programa No Escolarizado de Educación Inicial – Pronoei, salieron a las calles en un recorrido que mostraba el ingenio para la confección de trajes y a la vez llamaba a la reflexión, ya que los atuendos fueron hechos en su totalidad con materiales reciclados.
Correo encontró al pequeño Caleb Pérez, quien salió a las calles vistiendo un traje de inca, que llevaba con bastante orgullo y con honor, como él mismo mencionó.
“Quiero decirles a todos que ser un inca es un orgullo, porque eran muy fuertes y valientes, también quiero pedirle a la gente que recicle más, como mi traje, que está hecho de plástico”, citó el pequeño.
Kelly Román, madre del menor, mencionó que le demoró un día entero confeccionar el traje y que para ello utilizó cartón en desuso y plástico que le sobró de una actividad. Todo el traje le costó menos de cinco soles.
El pasacalle de los menores inició en la zona noroccidental de Cusco y llegó hasta la plaza mayor y plazoleta Regocijo, en el lugar los menores fueron bastante cotizados para tomarse fotos con locales y turistas que no paraban de felicitar el ingenio de sus padres.
Source: Correo
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