A su máxima intensidad llegó la guerra de insultos y golpes bajos entre las agrupaciones Llankasun Kuska y Movimiento Popular Kallpa a través de las redes sociales y cuyos candidatos se disputarán el sillón del Gobierno Regional de Apurímac este 9 de diciembre.
Desde la semana pasada y a medida que la segunda vuelta se aproximaba, el fuego cruzado se intensificó a límites jamás vistos en una elección regional, convirtiendo la gobernación en una suerte de “botín”.
En la redes sociales acusan de violador sexual al candidato Michael Martínez como el presunto autor del hecho -hasta ahora la agraviada guarda silencio- así como la publicación de una resolución falsa supuestamente promulgada por el JEE Abancay donde lo dejaban fuera de carrera y que obligó a su presidenta salir a los medios para desmentir esta situación, entre otros agravios y verdades a medias.
Al otro bando se sitúa Baltazar Lantarón quien también es blanco de acusaciones de todo calibre como representante del continuismo y “candidato de la minería”, haber favorecido supuestamente a la empresa de un familiar cuando era director de Educación en Ica, insultar a los campesinos andahuaylinos, no deslindar con su aliado político el consejero electo de Chincheros, Pascual Huamánñahui, quien “sorteó” a su esposa y hermana, etc.
A esto se suma la decisión tomada por comunicadores locales que a través de sus programas informativos lejos de mantener una actitud imparcial en esta segunda vuelta e incidir para que el elector se informe y emita su voto conscientemente, optaron por respaldarlos y formar parte de los equipos de propaganda política, profundizando la incertidumbre y vacilación entre los votantes.
“En esta campaña de la segunda vuelta ha primado la guerra sucia y los insultos entre las dos agrupaciones políticas dejándose de lado la discusión de las propuestas y planes de gobierno. Sin duda, es una situación bastante preocupante porque refleja lo que será el gobierno regional los próximos cuatro años”, afirmó de otro lado, Abilio Guillén, responsable del área de prensa de Aprodeh Apurímac.
Source: Correo
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