Pese a ser las principales usuarias de este recurso. Fue uno de los hallazgos en el estudio realizado sobre seguridad hídrica e igualdad de género elaborado por Flora Tristán

Jonathan Carlos C.

En el marco del Foro Públi­co ‘Desafíos para la soberanía alimentaria y seguridad hídri­ca: voces y aportes de las mu­jeres rurales de la Región’, se dio cuenta del estudio, Género y agua en comunidades en los distritos de Oropesa, Quiquijana y Urcos ; comunidades campe­sinas de Huasao, Muñapata y Sachac de la provincia de Quis­picanchi, realizado por el Centro Flora Tristán, el cual revela los impactos de las relaciones des­iguales entre mujeres y hom­bres en relación al uso y toma de decisiones sobre este recurso esencial para la vida, el agua.

El estudio muestra que en las tres comunidades el agua es in­suficiente para cubrir las necesi­dades de riego y consumo, y que las mujeres participan en la toma de decisiones solo en una de ellas (Muñapata), quedando de esta forma excluidas sus necesidades en cuanto al acceso y uso.

Se evidencia que mientras las mujeres van asumiendo más roles productivos y comunales, muchas veces a costa de una so­breexigencia individual, los hom­bres no se han involucrado en el mismo grado en las tareas de cuidado del hogar y de la fami­lia, por lo que las mujeres están con sobrecargas de trabajo que les impide contar con el tiempo necesario para participar en las organizaciones.

Esta desigualdad en el uso del tiempo refuerza brechas de gé­nero en el acceso a la educación, formación y capacitación técni­ca, acceso a recursos producti­vos (tierra, créditos, semillas) pues se arraigan en los roles tradicionales que socialmente se espera de ellas, centradas en el ámbito privado.

En ese sentido el estudio en­cuentra que hay una demanda de las mujeres por ampliar su desempeño social pero que no prospera adecuadamente por la falta de oportunidades y porque persiste el prejuicio de que ellas no desean hacerlo porque no tie­nen tiempo o porque son tími­das. Detrás de esas percepcio­nes se encuentra la dependencia económica de las mujeres y la violencia de género.

Estas situaciones de desigual­dad constituyen barreras para que las mujeres se involucren con todo su potencial y sin dis­criminaciones en la gestión del recurso hídrico al que tienen de­recho.

En las tres comunidades de Huasao, Muñapata y Sachac, el Centro Flora Tristán ha promovi­do iniciativas de siembra y cose­cha de agua en alianza con las comunidades campesinas impul­sando en el proceso la participa­ción equitativa de las mujeres

Pese a ser el país en América Latina con mayor disponibilidad de agua dulce por habitante, la disminución del recurso en can­tidad y calidad es una realidad como parte de las consecuencias del cambio climático. En las zo­nas rurales sufren este impacto las familias en general, pero de manera diferenciada debido a los roles de género. “Es necesa­rio que las políticas públicas lo­cales y regionales contribuyan a la seguridad hídrica con igualdad de género, pues de lo contrario no tendremos procesos soste­nibles para mejorar el acceso y manejo del agua Para ello se debe trabajar simultáneamente en incrementar las fuentes de agua y cerrar las brechas de gé­nero”, sostuvo Elena Villanueva del Centro Flora Tristán.

La entrada Brechas de género afectan derecho de mujeres rurales a participar en forma equitativa en acceso y gestión del agua se publicó primero en Diario El Sol del Cusco.


Source: RPP