El expresidente Alejandro Toledo Manrique, recibió US$ 20 millones en presuntos sobornos de la cons­tructora brasileña Odebrecht, según declaración de un colaborador eficaz e información bancaria de Panamá, Costa Rica y el Departamento de Justicia de los Esta­dos Unidos. Los pagos se realizaron escalonadamente desde el 2005, cuando terminaba su mandato presi­dencial, hasta mediados del 2008, ya en el gobier­no de Alan García. Los sobornos se pagaron por los contratos para la construcción de la carretera intero­ceánica, que une Perú con Brasil, según fuentes de la fiscalía de Brasil y Perú.

El dinero fue girado a compañías offshore manejadas por el millonario amigo del expresidente Toledo, Joseff Maiman. El fiscal Hamilton Castro y su equipo están evaluando la información. Un equipo especial del Mi­nisterio Público, en colaboración con la Policía Nacio­nal, allanó la madrugada del sábado 04-02-2107, la vivienda del expresidente, ubicada en la urbanización Camacho, en La Molina.

El fiscal, Hamilton Castro presentara un pedido de pri­sión preventiva y orden de búsqueda nacional e inter­nacional, con fines de extradición, contra el expresi­dente Toledo por los delitos de cohecho y lavado de activos.

Fiel a su costumbre de negar lo evidente, el ex pre­sidente Alejandro Toledo el viernes 03-02-2017, di­fundió una carta a sus partidarios de Perú Posible, en su página web, dónde bajo el título “Justicia, no ven­ganza” señalaba que desde hace 11 años lo investi­gan sin encontrar nada, pero que él siempre estará a disposición de la justicia. A ello se suma que en una entrevista telefónica exclusiva desde Francia con El Comercio-Lima, Alejandro Toledo negó estas acusa­ciones y rechazó tajantemente los cargos por los que en cualquier momento se podría solicitar su detención.

Existen y siempre han existido sobre todo en la ex­trema izquierda, “ciudadanos” que aplican al pie de la letra aquel nefasto adagio o refrán popular, de Miente, miente, que algo queda, pero se olvidan que la fuerza de la verdad siempre surge y se impone. Lamentable­mente la justicia terrenal tarda, es poco célere y mu­chas veces nunca llega (Impunidad o crimen sin casti­go); pero la Justicia Divina, tarda pero siempre llega.

El caso, Toledo Manrique, permitirá desentrañar el al­cance de las mafias y el crimen organizado que existe en nuestra Patria el Perú, que compromete también a los regímenes de Alan García Pérez y Ollanta Humala Tasso, según denuncias sobre el caso “Lava Jato” y esperemos que el Ministerio Publico, como está ocu­rriendo y el Poder Judicial, actúen a la altura de las circunstancias y se ganen nuevamente la aceptación y respeto del pueblo peruano.

Existe la ley de “Muerte Civil” para funcionarios sen­tenciados por corrupción; pero la lucha contra la co­rrupción se debe dar en todos los poderes del Estado y en las tres instancias de gobierno (Central, Regional y Local).

Desde esta columna de opinión exigiremos permanen­temente, como venimos haciendo, la fiscalización de las instituciones más importantes de la Nación, a fin de poner coto a las mafias que dirigen la corrupción en el gobierno central, regiones y municipalidades porque es uno de los principales objetivos que nos hemos tra­zado, desde la función profesional que tenemos.

Es momento de Transparencia y Tolerancia Cero, con la Corrupción y debemos desterrar ya la frase, miente, miente; porque siempre surgirá la verdad. Es nuestra Opinión.

Escribe: Lic. Enrique R. Aguirre Castro
Consultor en Comunicación y Gestión Publica


Source: Diario El Sol