Escaso control y poca sensibilización permitió venta y compra indiscriminada de pirotécnicos

No había llegado el 2018 y ya se escuchaban los estruendos de uno y otro pirotécnico que había sido puesto a la venta ilegalmente en estas fiestas, pero fue solo un adelanto porque a partir de las 00.00 horas de ayer el bullicio ensordecedor una vez más se apoderó de las calles de la ciudad.

En anteriores temporadas, en vísperas de las fiestas de fin de año, se emprendieron una seria de campañas contra el uso de pirotécnicos, pero en esta ocasión no fue así. Prueba de ello fue la densa humareda provocada por la quema indiscriminada y la manipulación de esos objetos que cubrieron el aire del Cusco.

Además de la clara contaminación ambiental que vivió, una vez, más el Cusco; la contaminación sonora fue otra y es que en las calles parecían escucharse fuertes detonaciones que pudieron ocasionar graves emergencias.

Pero además a ello, la quema de objetos y la basura apilada fue otro de los problemas que se pudo apreciar en todas las esquinas de las calles, la ciudadanía no pudo esperar la llegada de los recolectores y apiló sus deshechos como mejor pudo hacerlo.

Sin embargo de estos problemas reportados en la ciudad, el de los pirotécnicos es el que más preocupa, pues a comparación del año pasado, la ciudadanía parecía haber comprendido de las consecuencias del uso de los mismos, tanto para ellos como para el medio ambiente, pero una vez más, el gran ‘concierto de explosiones’ se apoderó en Cusco.

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Source: El Sol