Un primer pilar de desarrollo de Chinchero será el empleo. Durante y después de su construcción, el terminal propiciará un gran número de puestos de trabajo, por lo que se requerirá de personal especializado.
Con la recuperación de tierras en las que se construirá el nuevo aeropuerto internacional de Chinchero, el Poder Ejecutivo da un importante paso en la edificación de este terminal aéreo que impulsará el progreso en la región Cusco, con el crecimiento exponencial de diversas áreas como el turismo y otras actividades vinculadas a la llegada de visitantes, tanto nacionales como extranjeros.
El proceso de recuperar 357 hectáreas de terreno cumplió con todos los requisitos normativos que incluyó la firma del acta de reversión de tierras por parte de la compañía Kuntur Wasi en favor del Ministerio de Transportes y Comunicaciones, ante un representante de la Oficina Sudamericana de la Organización de Aviación Civil Internacional, organización que brindará, además, asesoramiento al Gobierno en el proceso de licitación para la remoción de tierras.
A partir de esa recuperación, se priorizarán los trabajos con mano de obra local para contar con este terminal aéreo que ya tiene cuatro décadas de espera, y que no solo beneficiará a Cusco, sino también a las regiones contiguas y a la economía nacional en su conjunto.
Por su impacto, un primer pilar de desarrollo de Chinchero será el empleo. Durante y después de su construcción, el terminal propiciará un gran número de puestos de trabajo, por lo que se requerirá de personal especializado en brindar servicios específicos. De allí la necesidad de realizar una evaluación a fin de conocer la verdadera demanda del capital humano que se requiere en la región, para que instituciones a escala nacional arriben al Cusco, brinden capacitación a los jóvenes de la región para que puedan acceder a un empleo digno.
Cusco es sinónimo de turismo y, por ello, el impacto mayor del aeropuerto se dará en este sector. La región recibe al año un promedio de 2 millones 500,000 turistas, cifra que se duplicará una vez que entre en funcionamiento. Pero un complemento importante será optimizar el nivel de los servicios turísticos como hospedaje, transporte, restaurantes, entre otros, así como la ampliación de la oferta de otros atractivos alternativos a la ciudadela inca de Machu Picchu.
El tercer pilar está representado por las exportaciones, especialmente de productos agrícolas, los cuales tendrán una oportunidad inmejorable de expansión porque el nuevo terminal será un espacio propicio para su salida al exterior. Aquí también debe trabajarse con responsabilidad para que los cultivos andinos se ganen un espacio en el competitivo mercado internacional, con la debida certificación de calidad de productos como la quinua, kiwicha, tarwi y los cereales que produce la región.
Finalmente, para el transporte de los millones de visitantes que arribarán por año, Chinchero necesitará vías más rápidas que acorten el periodo de viaje a dicha localidad ubicada a 29 kilómetros de la capital cusqueña, las que serían aprovechadas para mejorar la conectividad regional. Con el tendido de las vías de comunicación, el concepto de megaobra quedará redondeado y Cusco potenciará su protagonismo en el progreso del país.
Source: El Sol
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