Por: Lic. Enrique Aguirre Castro

Respecto a la evidencia y realidad negada por algunos oscuros intereses, personales y/o empresariales, sobre el cambio climático, el ejemplo más destacado hasta el momento fue la ola de calor de agosto de 2003, donde se sobrepasaron los 45ºC en Portugal, España y Fran­cia y los 30ºC en el resto de Europa. En total, más de 15.000 personas murieron debido al calor, convirtién­dose en el peor desastre natural de la historia reciente de Europa, y si hablamos de los incendios forestales el año 2012 se convirtió en el peor de la historia de España, 2007 lo sería para Grecia con 3.000 incendios y 67 víctimas

Existen indicadores naturales que muestran el cambio climático de nuestro planeta, como el retroceso de los glaciares, cambios en la fenología de algunas especies y cambios en las actividades agrícolas que cada vez se ven más afectadas con algunos cultivos, que puede que no sean viables en unos años. Todos los escenarios apuntan, a que la temperatura seguirá incrementándo­se, de seguir incrementando y llevando a la atmosfera terrestre el dióxido de carbono o C02, poniendo en pe­ligro todo rastro de vida animal y vegetal, inclusive la de la especie humana.

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En 2016, la Unión Internacional de Ciencias Geológicas acordó oficialmente que ya habitamos en una época geológica diferente al Holoceno, y la denominaron el Antropoceno, marcada por la influencia de la especie humana sobre la Tierra, el periodo geológico en que los humanos cambiamos los ciclos del planeta, sacándolo de su variabilidad natural. 1950 es la fecha oficial de comienzo de una nueva era el Antropoceno. Era marca­da por los plásticos, las emisiones de gases, los dese­chos de las industrias, la alteración de ecosistemas, la desaparición masiva de biodiversidad, la acidificación de los mares. Muchos de estos cambios son geológica­mente de larga duración, y algunos son irreversibles.

En el caso del Perú, desde febrero del 2017, con la presencia del fenómeno del “Niño Costero” que causo catástrofes, desgracias dolor y llanto, sobre todo a la población del norte y centro del Perú, se ha hecho más que evidente que estamos ante escenarios de un cam­bio climático antropogénico, que se registraron ya los años 1983, 1997 y 1998, en las regiones norteñas, del centro y sur del País, que seguiremos sufriendo sino enmendamos la falta de previsión en las políticas públi­cas de preservación y cuidado del medio ambiente y la gestión gubernamental del gobierno nacional, regional y los subnacionales en provincias y distritos.

Junto a la aprobación de políticas públicas de Estado en materia de “Preservación y Cuidado del Medio Ambien­te”, se deben asimismo aprobar y poner en práctica las de, “Seguridad Alimentaria”, para proteger sobre todo a las poblaciones en situación de vulnerabilidad (po­breza y extrema pobreza), que sufrirán mayores con­secuencias del cambio climático que es evidente y en cuya solución deben trabajar los países industrializados que han incrementado la presencia en nuestra atmos­fera del dióxido de carbono CO2 y los Gases de Efecto Invernadero GEI, que afecta a la Tierra y, no podemos insistir en el negacionismo o no admitir que estamos ante un peligroso cambio climático del planeta que es nuestro único hogar en el inmenso y extenso Universo; cambio climático que es provocado por el Hombre. Es nuestra Opinión.

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Source: El Sol