La Municipalidad Provincial del Cusco aún en marzo del año 2015 emitió una ordenanza mediante la cual se disponía el cumplimiento de parámetros específicos para solucionar el grave problema del transporte urbano en la ciudad imperial. Entre ellos, que las unidades vehiculares de todas las empresas otorguen boletos a los usuarios, así como que tanto el chofer como los cobradores utilicen uniformes o que ya no circulen por la ciudad las unidades motorizadas que no cumplan ciertas especificaciones y, finalmente, que los pasajeros suban por la parte delantera de cada vehículo y bajen por la puerta posterior. Todas estas bonitas palabras, sin embargo han quedado en el aire y, los choferes y transportistas simplemente se han zurrado en las autoridades ediles. A la fecha no hay cambios y todo el servicio de transporte urbano continúa como siempre, es decir en total caos y desorden salvo la no existencia de las llamadas combis.
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Recordemos que cuando la actual gestión edilicia encabezada por el alcalde Carlos Moscoso consideró que la reforma del transporte urbano había sido mal llevada por la ex administración edil y, que pese a la licitación de nuevas rutas, el caos y mal servicio seguían como siempre. Inclusive la autoridad edil dijo que “haría una reformulación del reordenamiento del transporte en la ciudad para hacerla eficiente, ordenada y limpia”. Reiteramos, estos positivos conceptos a la fecha, siguen de mal en peor.
El transporte público de pasajeros de nuestra ciudad es un eterno dolor de cabeza. Los usuarios nos vemos obligados a viajar como sardinas en las unidades vehiculares o en los peligrosos y poco estables “ticos” que prestan servicio de taxi, muchos de ellos en pésimo estado de conservación. La gerencia de Tránsito, Vialidad y Transporte de la Municipalidad Provincial de Cusco, ha señalado que las tareas que se ha propuesto la comuna provincial para resolver algunos de estos problemas, serán cumplidas de todas maneras, entre ellas la no circulación de los ticos.
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Según un artículo escrito por Luis Galiano en la revista Parlante, ‘Los problemas del transporte urbano se originaron por la improvisación y falta de planificación, males comunes que se han enraizado en la gestión pública. La importación de vehículos, la mayoría de segundo uso, iniciada en los noventa generó el incremento excesivo del parque automotor, el cual cuenta con más de 50 mil unidades; en esa época llegaron las combis y los autos tico desplazando a los buses de mayor capacidad como las “palomitas blancas de San Jerónimo” y los buses Enatru. La concentración en el Centro histórico de Cusco de entidades financieras, servicios turísticos, instituciones públicas y privadas y atractivos turísticos incrementa el flujo de vehículos hacia esa zona de la ciudad y como consecuencia se produce la congestión y saturación de las vías. Pero en buena hora, ahora hay algunas vías prohibidas para los vehículos particulares y donde solo pueden ingresar los buses del servicio urbano. Maruri es un ejemplo.
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Otros problemas relacionados tienen que ver con la falta de accesibilidad peatonal para personas con discapacidad, el incremento de la contaminación ambiental (sonora y por emisión de gases) y, finalmente la destrucción y deterioro de las casonas y monumentos patrimoniales. Todo ello se agrava con la falta de mantenimiento de nuestras calles y la insuficiencia de la red vial urbana de Cusco pues, por ejemplo, aún no se tiene la famosa vía Expresa, que se encuentra deteriorada entre el Ovalo Los Libertadores y el distrito de San Sebastián y tampoco tenemos una adecuada vía de evitamiento’. Nada más cierto, por tanto demandamos y exigimos que las actuales autoridades locales se pongan bien los pantalones y hagan cumplir en todos sus extremos lo que dispone la ordenanza municipal para tener por fin una ciudad con un adecuado servicio de transporte urbano. Así sea.
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Source: El Sol
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