Por: Rodolfo Dondero Rodo
Perú un país gigante que se ahoga en minucias, sufre el embate de la peste corruptora, y contempla con dolor inmensurable, el desgrane de su pueblo.
Cantarle al dolor y al sufrimiento es cantarle a la impotencia y a la indiferencia, esto, solo sería, agregarle sal a sus heridas.
Hay un mirar de soslayo, que a todos incluye en la sospecha, ahí está el origen del desgrane, que socaba los cimientos del, otrora, regio edificio.
Solo cínicos e impávidos, que incluye a seres de ambos sexos, quieren seguir en las pantallas, pintándose con una frágil capa de barniz, simulando transparencia.
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La gente, que suda el pan que ofrece a sus hijos, está absorta de tanta majadería, piensan los politicastros encaramados en los tres poderes, que el pueblo está estupidizado, con el futbolero evento mundial de Rusia.
Perú es un país gigante, invadido por miserables y mezquinos intereses, quizá como en otras latitudes, los tentáculos del monstruo imperialista, han aprisionado a los vulnerables sin escrúpulos, hay abiertos VEINTITRES MIL CASOS que se ventilan en los tribunales, donde el flujo del dinero mal habido, y las influencias son la moneda de intercambio.
Este, y no el País de la más rica diversidad, es el paisaje que agobia al peruano de las calles, de las fábricas, de los campos, de las alturas y los bajíos, aquellos que están contritos por haber hecho mal uso de su libertad de optar, los que se dejaron embaucar por la propaganda que deforma el proceso electoral previsto por la democracia.
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Perú es un país gigante que se ha tropezado en medio camino, cae cuesta abajo por el despeñadero de la vergüenza, que le han dado sus hijos; hijos que en lugar de ser preclaros, augustos, y honorables, sucumbieron seducidos por las prebendas la coima y el enriquecimiento ilícito.
Hace años, que en Perú se repite insistentemente, como valores que habrían estado vigentes, antes que llegaran los europeos por estas latitudes, los “mandamientos” Ama Sua = no robes; Ama Llulla = no mientas; Ama Quella = no seas flojo. Sin embargo existen autores que cuestionan si verdaderamente, estos, serían auténticamente provenientes de la época del incanato, en consideración a la organización social que existía en esos tiempos.
En ese entonces estaban establecidos tres modalidades de trabajo: la MINKA que era el trabajo comunitario que se realizaba en favor del ayllu (comarca); el AYNI, que era el trabajo en reciprocidad realizado por los miembros del Ayllu, en favor de la familia; y finalmente la Mita, que era el trabajo realizado para el Estado, infraestructura, caminos, etc.
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En consecuencia, se podrá observar que para la práctica de esta política social de trabajo, la persona no era un asalariado, que pudiera mentir, robar o flojear, en tanto y en cuanto el ritmo de trabajo era a ojos vista y en base al principio de solidaridad.
Para el investigador Luis Concha Sequeiros (El Pensamiento de Sistemas y el Desarrollo Sostenible – Lluvia editores, 2006) los valores que regían en la cultura Inca eran más bien: ALLINTA MUNAY = Si quieres, quiere bien. ALLINTA YACHAY = Si sabes, sabe bien. ALLINTA RUWAY = Si haces, haz bien.
Concluiremos entonces que la ideología basada en valores, en el proceso de transculturación devenido con la llegada de los extranjeros, rompe el equilibrio del sistema incaico y en resguardo de los intereses del invasor, implanta lo que le conviene, y lo que le convendría a la sociedad de nuestros días, en la que ya no se practican las modalidades de trabajo mencionadas en las líneas precedentes.
Perú es un país gigante, que trasciende las épocas, y permanece incólume, tiene vivos sus valores ancestrales, ergo, pondrá en orden y saldará las cuentas pendientes con la historia, en poco tiempo…
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Source: El Sol
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