La tarde de ayer, durante un mitin en la localidad de Butler, Pensilvania, el expresidente estadounidense y candidato republicano, Donald Trump, sufrió un intento de asesinato, mientras pronunciaba un discurso ante una audiencia de simpatizantes de una zona rural.

El ataque ocurrió al promediar las 6:08pm., hora local, cuando el magnate criticaba la inmigración ilegal. De pronto, una serie de disparos desataron los gritos de la audiencia y la acción del Sevicio de Seguridad en torno a Trump. No obstante, uno de los proyectiles ya había herido su oreja derecha, y otros causaron la muerte de uno de los concurrentes identificado como Corey Comperatore, un bombero y padre de dos hijas. Además, los disparos dejaron dos heridos de gravedad.

Tras este suceso, diversos sectores políticos han cuestionado el dispositivo de seguridad estatal en torno al ex mandantario. Según indicó a RPP la periodista de la Voz de América (VOA), Celia Mendoza, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, ya ha anunciado el inicio de una investigación y ha citado a la jefa del Servicio Secreto y al jefe del Departamento de Seguridad Nacional para que den respuestas.

¿Qué falló en torno a la seguridad del exmandatario? ¿Realmente hubo negligencia en el Servicio Secreto? Esto es lo que se sabe sobre el tema.

¿Qué habría fallado en las medidas de seguridad para proteger al expresidente?

Antes de aproximarnos a una respuesta a la interrogante, es necesario repasar los hechos. Fueron exactamente cuatro disparos los que causaron la alarma inicial en el mitin de Butler. Trump se agarró la oreja derecha mientras se oía “¡bájate!”, antes de un quinto y sexto disparo.

Entonces, el expresidente se agachó detrás del atril mientras los agentes del Servicio Secreto lo rodeaban. En los siguientes cuatro segundos se escucharon más disparos, lo que hizo que varios simpatizantes se bajaran de la tarima, mientras otros agentes subían a toda prisa. Tres miembros de las fuerzas de seguridad, fuertemente armados, subieron al escenario 22 segundos después de que comenzara el tiroteo.

A Trump se lo volvió a ver alrededor de un minuto después de que comenzaran los disparos. Dijo “Déjame coger mis zapatos” mientras los agentes formaban un círculo a su alrededor. Pasaron otros 13 segundos hasta que el expresidente levantó el puño hacia la multitud, que respondió con vítores.

Al cabo de dos minutos del intento de magnicidio, el líder republicano ya se encontraba en su camioneta. Levantó el puño una vez más y se volvió brevemente hacia la multitud, antes de que el coche arrancara.

Celia Mendoza explicó en RPP que el Servicio Secreto es la entidad a cargo de la seguridad de Donald Trump, y que su tarea implica que, antes del mitin, establezca un perímetro de seguridad alrededor del candidato.

“Sin embargo, parece ser que el perímetro exacto de ese edificio no se tomó en cuenta. Hay varios círculos de seguridad, por lo menos hasta 5 anillos de seguridad, y el más lejano también incluye a la Policía local”, indicó.

“La amenaza fue neutralizada rápidamente por miembros del equipo de francotiradores que estaban a un lado del área donde se encontraba Donald Trump, en esta zona que es rural, sin muchos edificios altos y donde pudieron contrarrestar al atacante”, remarcó.

La periodista de la Voz de América indicó que “hay cuestionamientos acerca de la rapidez con la que pudieron sacar al expresidente”, aunque sostuvo que, en el micrófono que estaba abierto, “se oye que Trump frenó al Servicio Secreto pidiéndoles que le dieran tiempo de ponerse sus zapatos”.

“No podemos descontar que el mismo presidente de los EE.UU., así como el expresidente, han agradecido la rápida acción del Servicio Secreto, a pesar del incidente. Desde el atentado al expresidente Ronald Reagan, en 1981, no se presenta un hecho de esta clase”, apuntó.

Sin embargo, varios analistas han criticado en las principales televisoras estadounidenses las medidas preventivas del Servicio Secreto por no tener en cuenta el riesgo que suponían varios edificios de una planta que rodeaban la zona del mitin, un descampado utilizado para eventos agrícolas en la localidad de Butler.

Incluso, vídeos en redes sociales muestran a personas señalando al atacante y asegurando que tenía un fusil antes de que comenzara a disparar hacia el escenario en el que Trump llevaba 10 minutos hablando.